‘Pódcast’ | Tambores de guerra en el Caribe: diplomacia a cañonazos
Donald Trump ha centrado su política exterior en la “guerra contra el narcotráfico”, utilizándola como un medio para ejercer presión sobre gobiernos indeseables, como el de Nicolás Maduro en Venezuela. Desde el pasado verano, más de 60 personas han perdido la vida en operativos en el Caribe y el Pacífico oriental, destinados a desmantelar redes narcotraficantes. Estas acciones buscan debilitar la posición de Maduro y plantean la posibilidad de una “fase dos”, que contempla una intervención terrestre. Sin embargo, surge la pregunta de su viabilidad.
La estrategia de Estados Unidos se apoya en la idea de que al desestabilizar a Maduro, podrá sentar las bases para un cambio de régimen. Esto ha generado un intenso debate sobre las implicaciones de una intervención militar y los posibles efectos adversos, tanto para Venezuela como para la región en general. A medida que avanzan los operativos, es crucial evaluar tanto el impacto inmediato como las repercusiones a largo plazo de tal acción en las relaciones internacionales y la seguridad regional.
Con el telón de fondo de una compleja situación política en Venezuela, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta estrategia de Trump y el potencial de una escalada en el conflicto. La inquietud persiste, preguntándose si una intervención directa será realmente la solución al problema del narcotráfico y la crisis política en el país.