Itaipú: contradicciones entre discursos oficiales y expertos brasileños.

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La diversidad de interpretaciones acerca del futuro del Tratado de Itaipú, actualmente sometido a revisión en un contexto de tensiones diplomáticas, fue divulgada la semana pasada en Gazeta do Povo, de Brasil. Mientras que el director general brasileño, Enio Verri, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil sostienen que Paraguay puede vender su energía sobrante a terceros países a partir de 2027, expertos del país vecino afirman que solo puede comercializarse con el país socio.

En el artículo se menciona que, según Verri, esta apertura permitiría a los países socios vender sus excedentes tanto en el mercado regulado y libre brasileño como en nuevos mercados internacionales.

La publicación referida en Agência Brasil es del 21 de julio de este año, dentro de un material informativo titulado: “El uso de IA en Paraguay lleva a Itaipú a considerar la construcción de dos turbinas”.

Sin embargo, esta afirmación contrasta con la visión de especialistas del sector eléctrico del país vecino, como Claudio Sales, presidente del Instituto Acende Brasil, quien en la misma publicación expresó que el Tratado de Itaipú es claro al estipular que cada país tiene derecho a consumir el 50% de la energía generada, y que el excedente solo puede ser comercializado entre los dos socios de la Central Hidroeléctrica.

Itaipú: “Una posible apertura del mercado”

Por otro lado, el director de Asuntos Económicos y Regulatorios de Acende Brasil, Richard Lee Hochstetler, sostiene que este cambio requiere la aprobación del Congreso Nacional, algo que no ocurrió en 2005, durante el primer mandato de Lula da Silva, cuando se incorporó la reforma socioambiental a la “misión” de la central hidroeléctrica.

Vertedero de la represa hidroeléctrica paraguayo-brasileña Itaipú.

“La revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, actualmente en negociación entre las Altas Partes de ambos países, prevé la libre disponibilidad de la energía generada, permitiendo que Brasil y Paraguay la vendan a cualquier país interesado”, afirman.

A esta discusión técnica se une el estancamiento político, marcado por denuncias de espionaje del gobierno brasileño que impactan a Paraguay durante las negociaciones, lo que mantiene congelado el diálogo diplomático.


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