Ganaderos solicitan al Senacsa cautela en plan «colgar jeringa».

El sector privado ganadero advierte que el plan de suspender la vacunación contra la aftosa pondría en riesgo la ganadería paraguaya, recordando la crisis del 2011. Reclama cautela y consenso antes de tomar una decisión de alto impacto.
En declaraciones a ABC, José Pappalardo, referente del sector, criticó la campaña promovida por Senacsa para suspender la vacunación, describiéndola como una estrategia “arriesgada” que podría acarrear graves repercusiones. Pappalardo recordó que durante el brote de fiebre aftosa del 2011, aun cuando Paraguay realizaba vacunaciones, el precio del novillo sufrió una caída drástica de US$ 4,36 a 2,44 por kilo, lo que resultó en pérdidas millonarias. “Los precios bajos se mantuvieron por más de tres años e hicieron inviable el negocio ganadero. Si esto se repite, podría llevar a la pobreza a 145.000 pequeños productores y afectar seriamente al PIB y al ingreso de divisas del país”, advirtió.
Reclamos y desafíos para el sector
El productor destacó que la ganadería enfrenta una “lucha constante contra situaciones adversas, ya sean generadas o no por el sector público”, entre las cuales se encuentran:
- El proyecto de creación del Instituto de la Carne, que según Pappalardo debería enfocarse en abrir los mercados que mejor pagan.
- La restricción de acceso al mercado chino, dado que Paraguay mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, que si bien es un comprador significativo, solo adquiere alrededor de 40.000 toneladas de carne al año.
- La concentración de mercado en frigoríficos, especialmente Athena Foods y Frigorífico Concepción, que representan el 60% de la faena nacional y emplean “prácticas oligopsónicas” que distorsionan el mercado sin que la Conacom intervenga.
- La consulta pública realizada por Senacsa sobre la vacunación, que calificó de “inapropiada”, ya que “se le preguntó a la ciudadanía en general sobre un tema altamente técnico, cuya gravedad no pueden valorar”.
“Un nuevo brote podría costarle al sector productivo más de US$ 1.000 millones, y el único que asume ese riesgo es el productor”, enfatizó Pappalardo.
La visión de Senacsa
Por su parte, el presidente de Senacsa, José Carlos Martin, sostiene que el país ya está preparado técnica y económicamente para avanzar. “No se trata de dejar de vacunar, sino de avanzar hacia la erradicación total de la enfermedad”, afirmó recientemente en una entrevista, recordando que 31 de 35 países de América ya han alcanzado el estatus de libres sin vacunación, lo que representa el 85% del hato ganadero continental. Martin también señala que mantener el esquema actual implica un gasto anual de más de US$ 40 millones en costos directos e indirectos, mientras que el análisis costo-beneficio proyecta casi US$ 2.000 millones de ganancia en una década.