El primer ministro francés intenta seducir a los sindicatos antes de otro día de huelga
La situación política en Francia es tensa y sugiere que el nuevo gobierno liderado por el primer ministro Sébastien Lecornu podría enfrentar serios desafíos desde su inicio. A tan solo días de formarse, Lecornu se encuentra en un momento crítico, ya que el país se manifestará en contra del plan de austeridad presentado por su predecesor, François Bayrou. Este plan aún no ha sido descartado, lo que añade incertidumbre a su gestión.
El viernes, Lecornu se reunirá con el Partido Socialista (PS) en un intento por conseguir su respaldo a los presupuestos, un paso crucial para la estabilidad de su gobierno. Además, antes del domingo, deberá nombrar a los miembros de su gabinete, una decisión que puede influir en su capacidad para gobernar y mantener el apoyo parlamentario.
La combinación de estas acciones determinará la dirección política de Francia en los próximos meses y abrirá la posibilidad de una disolución de la Asamblea Nacional si las tensiones continúan. La oposición y el descontento social podrían complicar aún más la situación, poniendo en duda la viabilidad del nuevo ejecutivo desde su inicio. En resumen, el futuro de Lecornu y su gobierno está en juego en este contexto de manifestaciones y negociaciones políticas.
