El peso de la estrella Michelin le complica la vida al Califa de León
El Califa de León, una reconocida taquería mexicana con estrella Michelin, abrió en University Park, Dallas, generando una gran expectativa con largas filas antes de su inauguración. Este evento, parte de una colaboración temporal con la empresa GrinGO, tenía como finalidad ofrecer una experiencia culinaria única y auténtica, destacando su famoso taco gaonera. Sin embargo, la apertura se transformó en un verdadero fiasco. Los comensales enfrentaron largas esperas, con algunos incluso sin recibir servicio. Ante esta situación insostenible, Mario Hernández, propietario del establecimiento, decidió cerrar 48 horas después de la inauguración para proteger la reputación de su negocio. Aunque la estrella Michelin le brindó visibilidad, también elevó las expectativas sobre la calidad del servicio, lo que ha representado una carga considerable. Esta experiencia resalta la presión que enfrentan los restauradores para cumplir con los altos estándares impuestos por reconocimientos como el Michelin, que, si bien impulsan la popularidad de un lugar, pueden resultar en riesgos significativos si no se manejan adecuadamente.
