Desde el automóvil hasta el acero, el lujo o el campo: las empresas viven los aranceles de Trump entre renuncia y miedo

La reciente tarifa del 15% a las importaciones europeas impuesta por Estados Unidos ha generado reacciones encontradas en diversos sectores. Mientras que persiste la incertidumbre sobre el futuro de estas medidas, las empresas europeas enfrentan costos adicionales que no existían antes de la llegada de Donald Trump a la presidencia. En España, el sector agrícola es uno de los más perjudicados, aunque hay un leve alivio al saber que la tasa aplicada será uniforme para toda Europa, a diferencia del primer mandato de Trump, que impuso un arancel del 25% solo a España debido al conflicto entre Airbus y Boeing. En ese contexto, las exportaciones españolas se vieron gravemente afectadas, mientras otros países europeos no sufrieron la misma carga. Esta nueva situación ha reavivado las preocupaciones sobre el impacto comercial y las relaciones transatlánticas ante la posibilidad de futuras sanciones o cambios en la política comercial. La incertidumbre continua en el aire, dependiendo de las decisiones que tome la administración estadounidense, lo que lleva a los sectores afectados a adaptarse a un panorama en constante cambio. El nuevo arancel es un recordatorio de que el comercio internacional está sujeto a tensiones políticas, y que las tarifas pueden alterar considerablemente el entorno comercial de los países involucrados.