Darfur vuelve a arder: la ONU denuncia las atrocidades de las milicias rebeldes sudanesas tras la conquista de El Fasher
 
		La reciente toma de la ciudad sudanesa de El Fasher en Darfur ha desatado una ola de violencia extrema, que incluye ejecuciones sumarias, violaciones de mujeres y niñas, y la masacre de 460 civiles en un hospital. Estos atrocidades han sido documentadas mediante vídeos y testimonios, lo que ha llevado a la ONU a señalar los niveles de brutalidad cometidos por los perpetradores, que son miembros de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una milicia supremacista árabe. Antes de la guerra, la RSF contaba con aproximadamente 100,000 combatientes.
El general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, lidera esta milicia y es una figura infame debido a su participación en el genocidio de Darfur desde 2003. Hemedti, considerado uno de los hombres más ricos de Sudán gracias a su control sobre importantes minas de oro, también recibe apoyo de los Emiratos Árabes Unidos, que le suministran armas a través de sus aliados en Chad y Libia. La situación en El Fasher representa no solo un grave desafío humanitario, sino también un vínculo preocupante entre la violencia en Darfur y el interés económico detrás de ella, resaltando el papel de actores internacionales en el conflicto. Las denuncias de violencia extrema y la intervención de fuerzas externas subrayan la complejidad y la urgencia de la crisis en Sudán.
 
															 
															 
			 
			 
			 
			 
			 
			 
         
         
         
        