Autoridades desmantelan 96 tomas de huachicol dentro de la Ciudad de México en los últimos seis años
En la esquina de Gobernador González Calderón y la avenida Observatorio se encuentra una casa roja de tres pisos, marcada por un poste amarillo que advierte «No golpear». Este aviso, que puede parecer una simple advertencia, se ha convertido en un símbolo de oportunidades ilícitas. Bajo la casa, un ducto de Pemex alberga un túnel ya construido de 8 metros de profundidad y 6 de largo, junto a otro en etapa de construcción. Pemex confirmó la existencia de estos túneles, revelando que su construcción estaba orientada a crear un sistema para ordeñar combustible en esta zona poblada de la Ciudad de México. Este hallazgo no es un incidente aislado; desde 2019, las autoridades han descubierto 96 puntos de venta clandestinos de huachicol (combustible robado) en la capital. Esta situación refleja un problema persistente de delitos relacionados con el combustible, destacando la ingeniosa y peligrosa red que opera en áreas urbanas densamente pobladas, donde se combinan la búsqueda de oportunidades ilícitas con la infraestructura de la ciudad. La problemática del huachicol se ha vuelto un desafío constante para las autoridades, que luchan por erradicar esta actividad delictiva que representa un riesgo tanto para la seguridad como para la integridad del suministro de combustible en la ciudad.
