ASU 2025: El claro desastre que Nenecho dejó atrás.

Apartado temporalmente del cargo por la intervención en su gestión, Rodríguez dejó una ciudad devastada, con calles colmadas de baches y suciedad, resultado de un ineficiente sistema de limpieza y recolección de basuras. El microcentro de Asunción y sus alrededores se han convertido en un vertedero irregular al aire libre, con residuos en prácticamente cada esquina.
Incluso los lugares más emblemáticos, como monumentos y museos, no se salvan. La zona de la escalinata de Antequera sirve como ejemplo. En la calle homónima y su intersección con Teniente Fariña, los vecinos denuncian la acumulación constante de desperdicios en la vereda. Además de los olores nauseabundos que emanan, el vertedero irregular casi bloquea por completo el paso a los peatones.
A unos metros, sobre Antequera y Manuel Domínguez, los vecinos indican que los recolectores pasan de forma irregular desde hace tiempo, lo que contribuye a la acumulación de desperdicios.
Ni el Congreso se salva

Grandes cantidades de desperdicios, arrojados en la vía pública y parte de la vereda, son un terreno propicio para que personas en situación de calle, ante la falta de respuesta del Estado, hurgan en la basura en busca de alimentos o materiales reciclables.
Algunos “maquillajes”
Durante el fin de semana, la Municipalidad de Asunción intentó “maquillar” la imagen de abandono que dejó el intendente Rodríguez. El presidente de la Junta Municipal, Luis Bello, supervisó la colocación de flores ornamentales en la Costanera e informó que la comuna bachearía algunas calles.
Uno de los puntos de deterioro tradicional que ahora muestra una apariencia más disimulada es la avenida Ita Ybate, popularmente conocida como 21 Proyectada, en el límite de los barrios Obrero y Roberto L. Petit.

En ese lugar, el paseo central de la avenida, entre las calles Caballero e Iturbe, la comuna cubrió una gran zanja abierta, resultado de la acumulación de enormes montañas de basura que diariamente eran recogidas con retroexcavadoras.
Asimismo, se colocaron diez contenedores, lo que ha reducido la cantidad de basura arrojada en la vía pública. Sin embargo, las veredas siguen rotas y aún hay algunos residuos.

La calle Azara, una de las últimas en las que Rodríguez había iniciado un operativo de maquillaje a finales de enero, presenta hoy grandes baches y zonas que, tras ser retirado el asfalto viejo, no fueron recapadas.
Sin infraestructura, pero con deudas
A pesar de haberse jactado de la inversión en infraestructura durante toda su gestión, el intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista), dejó a la intervención una capital en ruinas y sin recursos para afrontar las deudas contraídas para obras que no se realizaron o que están inconclusas.
Solo en los primeros cuatro meses de 2025, Rodríguez desembolsó alrededor de US$ 30 millones en salarios, lo que equivale a 6 veces lo que invirtió en ese mismo periodo en inversión física, es decir, obras. Entre enero y abril, destinó apenas US$ 5 millones a la infraestructura, lo que representa solo el 5% de los US$ 98 millones que había presupuestado gastar en ese concepto durante todo el año.
El mismo Rodríguez prometió durante su mandato diversas obras de infraestructura mediante emisiones sucesivas de bonos, algunas de las cuales no se llevaron a cabo y otras iniciaron sin terminarse.
Solo en la emisión de bonos G8 (2022), por G. 360.000 millones, Rodríguez prometió 8 desagües pluviales, de los cuales apenas empezó 4. Una de las cuencas incluso podría generar demandas para la comuna, por falta de pago, y además, siendo área de obras inconclusas, los barrios parecen zonas de guerra, con calles rotas, abiertas y devastadas por los trabajos que apenas avanzan.
Intervención confirma multimillonario desvío de dinero
La Contraloría General de la República (CGR) confirmó el año pasado que la administración de Nenecho desvió alrededor de G. 500.000 millones en bonos para obras que no se ejecutaron. Por esta y otras razones, se solicitó la intervención que, aprobada por Diputados, comenzó el 24 de junio.
El interventor, Carlos Pereira, volvió a confirmar el desvío y mencionó incluso que Nenecho utilizó la mitad de ese dinero para el pago de salarios, mientras que el resto fue destinado a otros gastos corrientes, sin que hasta ahora se sepa cuánto se utilizó finalmente en las obras prometidas. Pereira señaló que su fiscalización concluirá el 23 de agosto.