Albirroja, la promesa de un futuro radiante.

Entre el gol de Galarza y la salvada de Alderete

Paraguay mostró una postura destacable, especialmente considerando que jugaba como visitante. El ánimo en Perú no era el óptimo, reflejando su situación en la clasificación, con un desempeño decepcionante.

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No se replegaron. La Albirroja controló el balón en ciertos momentos, pero careció de un cambio de ritmo efectivo. La conexión entre mediocampo y ataque no fue fluida, y los avances se estancaban cerca del área.

La Blanquirroja se sintió incómoda, pero cuando encontró espacios, pudo mostrar la técnica de sus jugadores, generando ciertos momentos de peligro. El primer tiempo, aunque lleno de aproximaciones, no alcanzó un nivel ideal.

Un remate de Amiguito Sosa fue contenido por Gallese, atento ante un tiro sorpresivo de Diego Gómez. El debutante Orlando Gill tuvo una correcta intervención al detener un envío de Tapia. En la segunda mitad, su desempeño fue aún más satisfactorio.

Al descanso, las estadísticas eran equilibradas, con Paraguay teniendo un 52% de posesión, algo notable en Lima, donde tradicionalmente los locales dominaban, aunque sin efectividad constante.

Con cambios en la segunda parte, Paraguay mostró ímpetu y provocó varios tiros de esquina. La fórmula del centro, cabeza y gol parecía funcionar, pero no se concretaba.

A medida que los locales comenzaron a atacar, el marcador no se movía. Sin embargo, Gustavo Alfaro hizo las modificaciones acertadas.

Sosa asistió a Juan José Cáceres, quien centró a Matías Galarza, que resolvió con un zurdazo para el gol de la victoria, pero fue la muralla Omar Alderete quien realizó una salvada crucial al final.

Nuestra bandera tricolor ondeará en el Mundial norteamericano. La llegada de Alfaro ha sido tan fundamental como el aumento de los cupos.