Un jardín con 600 especies de plantas para redefinir la estigmatizada periferia de Bogotá | América del futuro
El Real Jardín Botánico de Ciudad Bolívar, en Bogotá, destaca por su belleza y valor pedagógico. En un recorrido por su sección de suculentas, se evidencia la importante labor de guías como Edgar Parra y su sobrino Santiago, quienes comparten su conocimiento sobre las diversas especies. El jardín, que ofrece un espacio para que los visitantes reconecten con la naturaleza, también sirve como un recurso educativo, promoviendo la conservación y el aprecio por la biodiversidad.
Las visitas son una oportunidad para experimentar la maravilla de las plantas, muchas de las cuales tienen propiedades medicinales y culturales. La interacción entre los guías y los visitantes enriquece la experiencia, fomentando un ambiente de aprendizaje y admiración por el entorno natural. A través de la resignificación del territorio, el Jardín Botánico no solo preserva la flora local, sino que también se convierte en un símbolo de identidad y orgullo para la comunidad.
El espacio está diseñado para ser accesible y acogedor, atrayendo a un público diverso que busca conocer más sobre la flora y la importancia de su conservación. El compromiso de los guías y la mise en scène del lugar crean una experiencia memorable que invita a la reflexión sobre los desafíos ambientales actuales. En suma, el Real Jardín Botánico de Ciudad Bolívar se presenta como una joya educativa que conecta a las personas con el paisaje y la cultura local, promoviendo un sentido de pertenencia y cuidado hacia la naturaleza.