Alarma de Bomba: Tensión y Despliegue Táctico en el Centro Regional de Educación
Pedro Juan Caballero, Un escalofrío recorrió la tranquila tarde de ayer en el Barrio Guaraní, transformando una jornada educativa en un escenario de potencial crisis. El Centro Regional de Educación Dr. Raúl Peña, un pilar de la formación en esta jurisdicción, se vio inmerso en una grave alarma de seguridad tras una amenaza anónima de artefacto explosivo.
El supuesto hecho, catalogado bajo la competencia de la Comisaría 13ª del Barrio Guaraní, se registró alrededor de las 17:30 horas del jueves 13 de noviembre. La calma vespertina se quebró cuando la directora de Nivel Formación Docente de la institución, la Lic. Gloria Isabel Velázquez de Ruiz Díaz, de 57 años, recibió una inquietante comunicación.
El Mensaje que Desató la Alerta
Según el relato de la denunciante a las autoridades, la amenaza llegó a través de la aplicación de mensajería WhatsApp. El número que originó el texto, identificado como +595976 742 201, envió un mensaje de texto con un contenido escalofriante y directo:
«CUIDADO! UNA BOMBA EN EL CENTRO REGIONAL EN UNO DE LOS PABELLONES, TENGAN SOLO PARA AVISAR QUE VA EXPLOTAR»
La gravedad del aviso motivó una respuesta inmediata. Tras la recepción de la llamada de alerta en la Oficina de Guardia, personal de patrulla se constituyó de inmediato en el lugar, sobre las calles 14 de Mayo esquina Rubio Ñu.
Despliegue de Alto Nivel y Vaciado Táctico
La situación escaló rápidamente. El protocolo de seguridad se activó, y se dio participación a la Agente Fiscal en lo Penal de Turno, Abog. Mirtha Martínez, vía comunicación telefónica. Ante la naturaleza de la amenaza, se convocó a personal especializado, marcando el arribo de las fuerzas élite de la Policía Nacional: efectivos Tácticos del Departamento Táctico GEO y la Unidad Táctico LOBO.
El objetivo principal era asegurar el perímetro y realizar una inspección física exhaustiva de las instalaciones. Con la seriedad que amerita un caso de potencial terrorismo o sabotaje, los Personal Especializado en Explosivos lideraron el rastrillaje. Pabellón por pabellón, aula por aula, se llevó a cabo una meticulosa revisión en busca de cualquier indicio o artefacto que confirmara la amenaza.
El Alivio de la Falsa Alarma
Tras horas de tensión e incertidumbre, y culminada la inspección de la totalidad de los pabellones, la conclusión brindó un respiro de alivio a toda la comunidad educativa y a las fuerzas intervinientes. No se encontró ningún tipo de artefacto explosivo.
La amenaza, aunque resultó ser una falsa alarma, dejó en evidencia la vulnerabilidad de las instituciones ante este tipo de intimidaciones y la celeridad del aparato de seguridad para responder ante un riesgo potencial. Las autoridades ahora centran sus esfuerzos en la fase investigativa, buscando rastrear la identidad detrás del número telefónico y determinar la motivación del autor o los autores de este grave hecho. La Fiscalía tiene en sus manos la tarea de esclarecer la autoría de esta amenaza que, por unas horas, sembró el pánico en uno de los centros de enseñanza más importantes de la ciudad.