Lecornu se queda sin apenas margen para aprobar un presupuesto y mantener su Gobierno
El Gobierno francés, liderado por Sébastien Lecornu, enfrenta una intensa lucha en la Asamblea Nacional para aprobar una nueva Ley de Presupuestos. La situación se complica debido a la necesidad de equilibrar el apoyo del Partido Socialista (PS) sin alienar a los republicanos (LR) y a partes del centroderecha, que son reacios a muchas propuestas progresistas. La urgencia es apremiante, ya que se requiere un acuerdo antes de fin de año, y el tiempo se agota. Si las negociaciones fracasan definitivamente, la única opción sería convocar elecciones legislativas anticipadas, lo que podría llevar al país a un escenario político similar al que provocó un estancamiento hace 16 meses. La situación refleja la fragilidad del Gobierno de Macron y la difícil dinámica en la Asamblea, donde diferentes fuerzas políticas deben encontrar un terreno común para avanzar. La presión sobre el Ejecutivo es considerable, dado que el éxito de la nueva Ley de Presupuestos es crucial para su estabilidad y la dirección futura del país. Sin un consenso, el riesgo de un colapso político se multiplicaría, amenazando no solo la continuidad del Gobierno actual, sino también la confianza pública en el sistema político. La balanza se inclina, y todos los actores políticos son conscientes de que el momento actual es crítico.
