Marlaska esquiva el rifirrafe político y defiende un consenso para el pacto climático

Durante su intervención en el Congreso, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, fue criticado por la diputada del PP, Ana Vázquez, quien le reprochó estar «en chanclas» mientras «España estaba en llamas», refiriéndose a la reciente crisis de incendios forestales que ha afectado aproximadamente 370,000 hectáreas. Este episodio fue el más grave en la historia reciente del país. Vázquez enfatizó la gestión del Gobierno, acusándolo de haber llegado tarde y con una respuesta ineficaz ante la catástrofe.
A pesar de las críticas, Marlaska mantuvo un enfoque institucional y trató de evitar un enfrentamiento directo con el PP. Defendió la actuación del Gobierno, argumentando que la respuesta a los incendios fue «contundente y efectiva», y afirmó que las críticas de la oposición eran «interesadas y partidistas».
La interacción entre el ministro y el PP refleja la polarización política en la gestión de crisis, donde ambos lados intentan capitalizar la situación en beneficio propio. Aunque el control de los incendios se logró, el debate sobre la eficiencia del Gobierno en su manejo sigue siendo un tema candente en el escenario político español. La comparecencia de Marlaska se dio en un contexto crítico y denuncias sobre la administración del desastre marcan el tono del diálogo entre los partidos.