Putin desafía a Occidente al agradecer a China e India por sus «esfuerzos» por la paz en Ucrania |

La Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), liderada por Xi Jinping y Vladimir Putin, se presenta como un nuevo eje de poder en el contexto de tensiones globales, especialmente ante la administración de Donald Trump en Estados Unidos. En un mundo donde Asia tiene un peso cada vez mayor, se hace imperativo adaptar las estructuras de la ONU para reflejar esta realidad.
La OCS, que incluye a 26 miembros, representa una zona económica significativa, con un PIB combinado de 26 billones de dólares. Esto posiciona a la organización como un actor clave en las relaciones internacionales y en el equilibrio de poder global. Durante la última cumbre en Tianjin, los líderes discutieron la cooperación de seguridad, desarrollo económico y el fortalecimiento de lazos entre China, India y otras naciones participantes.
Este grupo no solo se enfoca en la seguridad militar, sino también en cuestiones económicas y políticas, creando un contrapeso a la influencia occidental. La creciente colaboración entre sus miembros podría remodelar el orden mundial, permitiendo que los intereses asiáticos se integren de manera más efectiva en la gobernanza global, especialmente en organismos como la ONU.
La OCS se erige, así, no solo como una alianza regional, sino como un baluarte de un nuevo orden multipolar, donde el poder de Asia se consolida frente a las viejas estructuras dominadas por Occidente. Esta situación demanda una reevaluación urgente de las dinámicas políticas y económicas actuales.